El reciente anuncio de que los vehículos eléctricos importados desde China a México comenzarán a pagar aranceles a partir de octubre de 2024 marca un punto de inflexión significativo en la estrategia de importación y manufactura en México. Este cambio no solo impactará en los precios de los vehículos eléctricos, haciéndolos menos accesibles, sino que también puede influir en las dinámicas del nearshoring, una tendencia creciente en la relocalización de manufactura hacia México.
El Crecimiento del Nearshoring en México
El nearshoring, o la reubicación de la producción más cerca de los mercados de consumo, ha ganado fuerza en los últimos años, especialmente en sectores clave como el automotriz. Este fenómeno se ha visto impulsado por las tensiones comerciales entre Estados Unidos y China, así como por la necesidad de mitigar riesgos en la cadena de suministro global.
Factores que Impulsan el Nearshoring en México
México ha emergido como un destino atractivo para el nearshoring debido a varios factores clave:
- Posición Geográfica y Acuerdos Comerciales: La ubicación estratégica de México y su amplia red de acuerdos comerciales, como el Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC), facilitan la exportación hacia mercados clave como Estados Unidos.
- Costos de Mano de Obra: Los costos de mano de obra en México son competitivos e incluso inferiores a los de China, lo que hace que la manufactura en el país sea atractiva para las empresas que buscan reducir costos.
- Inversión Directa Extranjera (FDI): México ha visto un aumento en la inversión extranjera directa, especialmente de empresas chinas que buscan evadir los aranceles estadounidenses mediante la instalación de fábricas en México. Esto no solo permite a las empresas chinas continuar accediendo al mercado estadounidense con tarifas reducidas, sino que también fortalece la posición de México como un hub manufacturero en la región.
¿Favorecerá o Perjudicará esta Decisión al Nearshoring?
La imposición de aranceles a los vehículos eléctricos importados de China podría, en un primer momento, parecer un obstáculo para el nearshoring. Sin embargo, muchas empresas chinas ya han comenzado a trasladar parte de su producción a México para aprovechar los beneficios del T-MEC y evitar los altos aranceles que se imponen a las importaciones directas desde China a Estados Unidos. Esto significa que, a largo plazo, la medida podría acelerar el proceso de nearshoring en lugar de frenarlo.
Además, México podría beneficiarse de esta situación al atraer más inversiones extranjeras directas en manufactura, especialmente en el sector automotriz eléctrico. Ya se están viendo planes de construcción de nuevas plantas de ensamblaje de vehículos eléctricos en México, lo que no solo ayudaría a mitigar los efectos de los aranceles, sino que también fortalecería la cadena de suministro local.
En resumen, aunque la eliminación de la exención arancelaria podría aumentar los costos de los vehículos eléctricos importados a corto plazo, también podría catalizar un mayor movimiento de nearshoring hacia México, beneficiando a largo plazo la economía del país y su posición en el mercado global de vehículos eléctricos.
Empresas Automotrices Interesadas en México para la Producción de Vehículos Eléctricos
México se ha consolidado como un destino atractivo para las empresas automotrices que buscan expandir sus operaciones, especialmente en la fabricación de vehículos eléctricos. Esta tendencia ha sido impulsada por la necesidad de diversificar las cadenas de suministro y aprovechar los beneficios del T-MEC. Entre las empresas más destacadas que han mostrado interés en establecer o expandir sus operaciones en México se encuentran:
- Tesla: Tesla había anunciado planes en 2023 para construir una gigafábrica en Santa Catarina, Nuevo León, con una inversión estimada entre 5 y 10 mil millones de dólares. Esta planta estaba destinada a producir un vehículo eléctrico de bajo costo, conocido como “Model 2”, con el objetivo de expandir la oferta de vehículos eléctricos accesibles. Sin embargo, en julio de 2024, Elon Musk anunció que el desarrollo de esta planta se pausaría hasta después de las elecciones presidenciales de Estados Unidos debido a la incertidumbre económica y posibles políticas arancelarias. A pesar de esta pausa, Tesla sigue comprometida con el proyecto, y las autoridades locales continúan trabajando en la infraestructura necesaria para apoyar la futura fábrica.
- BYD: El gigante chino de vehículos eléctricos ha anunciado planes para construir una planta de ensamblaje en México como parte de una estrategia más amplia para evitar los aranceles impuestos por Estados Unidos a las importaciones directas desde China. Esta inversión refuerza el interés de las empresas chinas en aprovechar las ventajas competitivas que ofrece México para la producción y exportación de vehículos eléctricos.
- General Motors: GM ha invertido fuertemente en la expansión de su planta en Ramos Arizpe, Coahuila, donde planea fabricar vehículos eléctricos para el mercado norteamericano. Este proyecto forma parte de un esfuerzo mayor para electrificar su flota y cumplir con sus objetivos de sostenibilidad, alineándose con las tendencias globales hacia una movilidad más ecológica.
- BMW: La empresa alemana ha incrementado su inversión en su planta en San Luis Potosí, con la intención de fabricar tanto vehículos eléctricos como híbridos. La planta en México es clave en la estrategia global de BMW para ampliar su oferta de vehículos eléctricos y atender la creciente demanda en mercados clave.
- Ford: Ford, que ya cuenta con una presencia significativa en México, ha anunciado que continuará invirtiendo en la producción de vehículos eléctricos, particularmente en su planta en Cuautitlán, Estado de México, donde se produce el modelo Mustang Mach-E. Esta planta seguirá siendo un punto crucial en la estrategia de Ford para liderar la transición hacia la electromovilidad en América Latina.