La Comisión Reguladora de Energía (CRE) afirma que su visión es mantener una postura neutral, sin inclinarse hacia ningún país o industria en particular. Se anticipan nuevas regulaciones para fortalecer la electromovilidad en México.
Tras una consulta pública sobre los nuevos parámetros de infraestructura de carga, emitidos por la Comisión Reguladora de Energía (CRE), se desató un debate en el sector público y privado sobre los tipos de conectores que se regularán en México.
Desde el inicio de la consulta, diversas voces del sector automotriz emitieron comentarios que reflejan la diversidad y las necesidades del mercado.
La mayoría de las observaciones coinciden en la necesidad de establecer la adopción de conectores NACS y CCS1 para la integración de vehículos eléctricos e híbridos conectables al Sistema Eléctrico Nacional (SEN), junto con modificaciones en definiciones y un marco legal más preciso.
De hecho, la preocupación por la exigencia de equipar las electrolineras con, al menos, dos tipos de conectores, es la que más se destaca entre las principales empresas de infraestructura de carga.
Esta medida generó debate en torno a su viabilidad, impacto en la expansión y accesibilidad de la recarga.
Ante esa perspectiva, Walter Julián Ángel Jiménez, comisionado de la CRE, explica a Mobility Portal Latinoamérica que “la visión del regulador no es inclinarse a ningún país ni industria”.
Vale recordar que las Disposiciones Administrativas de Carácter General (DACG) tienen como objetivo principal regular la conexión ordenada y segura de la infraestructura de carga para vehículos eléctricos e híbridos conectables al SEN.
A su vez, una de las novedades que dispone este marco es el desarrollo de una plataforma digital que permita conocer la evolución de la infraestructura de carga.
“Actualmente, el conector más difundido en México es el CHAdeMO, no el NACS, debido a la introducción de empresas chinas. También el conector europeo”, agrega sobre el panorama nacional.
Entonces, ¿de qué va a depender el tipo de conector?
El comisionado de la CRE asegura que “están abiertos a una integración” según cómo se configure el mercado en el futuro.
Se plantea un escenario dinámico que dependerá, en gran medida, de la evolución del mercado y las tecnologías.
Perspectivas de crecimiento y futura regulación en puerta
El mercado de la electromovilidad en México se encuentra en un momento de expansión, con perspectivas de un “crecimiento exponencial sostenido”, según Jimenez.
Este crecimiento se ve impulsado por la reducción progresiva de los precios de los vehículos eléctricos y la creciente disponibilidad de infraestructura de recarga.
“Lo vemos como un escenario positivo a largo plazo. El regulador va a dar todas las facilidades para que salga adelante”, anuncia sobre facilitar el desarrollo del sector.
También anticipa la implementación de nuevas regulaciones que contribuirán a fortalecer la electromovilidad a partir del segundo semestre del año.
Se trata de una normativa relacionada a la demanda controlable, que permitiría a los vehículos eléctricos contribuir a la red eléctrica a través de sus baterías.
“Planteará condiciones de interoperabilidad entre esos sistemas, así como el mecanismo de contraprestación”, detalla.
¿Qué opina Tesla sobre las condiciones expuestas por la CRE?
Representado por Eugenio Grandio, responsable de Política Pública y Desarrollo de Negocios para América Latina, Tesla manifestó su interés en colaborar con México para acelerar la transición hacia una movilidad libre de emisiones y contribuir al desarrollo económico del país.
En términos generales, Tesla plantea cuatro preocupaciones:
Primero, cuestiona la autoridad de la Comisión Reguladora de Energía para promulgar Disposiciones Administrativas sobre los conectores de carga.
La obligación de contar con un contrato de servicio de suministro eléctrico independiente para las estaciones de carga es otro aspecto que la empresa considera problemático, ya que podría complicar innecesariamente la operación de las electrolineras.
En tercer lugar, manifiesta su preocupación por la exigencia de equipar las electrolineras con, al menos, dos tipos de conectores.
Impondría una carga económica y técnica desproporcionada a los operadores, dificultando el despliegue efectivo de la infraestructura de carga.
Señala la importancia del conector NACS/J3400 en América del Norte. Considera poco práctico imponer el uso de diversos tipos de conectores como el GB/T y CHAdeMO.
Por último, la automotriz señala que la presentación y rotulación de los precios de la electricidad en paneles de tarifas no es aplicable a la manera en que se utilizan los servicios de carga.